La actriz, que encarna a Anita, se la juega con todo por la historia que desde el lunes se relata en Canal 13. Sólo pide calma y tiempo. "Nuestra historia es una joyita, lo peor que podría pasar es que por temor al rating se tomen decisiones apresuradas".
Ayer fue uno de esos días intensos en la agenda de Carolina Arregui. A las ocho de la mañana partió grabando escenas de su personaje Anita y recién a las siete de la tarde, paró. Pero no acusa cansancio, sólo reconoce que "Cuenta conmigo" está muy concentrada en la historia del trío que conforma junto a Bastián Bodenhofer y María Izquierdo, así es que tiene muy asumido que así como Anita prende la luz del set, también es quien la apaga.
"Pero como nunca este ritmo me tiene energizada, incluso hay días en los que me quedo mirando el trabajo de mis compañeros, no me dan ganas de irme, estoy con una energía enorme". Y lo demuestra: gesticula, conversa con la gente que la saluda en la calle, se toma fotos con ellos, se ríe fuerte. Dice tener la sensación de haber conseguido lo que anheló por años.
"Yo creo que cuando uno desea algo con vehemencia, tarde o temprano eso se cumple. El estar trabajando con Bastián (Bodenhofer) con la María (Izquierdo), con la Gloria (Munchmeyer), era un sueñito acariciado por casi 20 años, y no me preguntes por qué, pero de un día para otro se confirma que María va a estar en la teleserie y casi al mismo tiempo que Bastián; fue como si los astros se conjugaran a nuestro favor".
Dice que, a veces mientras graban, tiene la sensación de vivir un "dejá vu". "Es como remitirse a los tiempos de «Angel malo», «Los títeres», «Villa Napoli», «Te conté», «La torre 10», tantas historias lindas, bien hechas, cuando trabajaba con equipo chiquititos, pero potentes. Siento que ahora se está repitiendo ese clima de trabajo, de colaboración y de admiración mutua. Están por un lado los actores de trayectoria, los maestros, y, por otro, los jóvenes, que al igual que yo hace más de 20 años, se asombran con el trabajo de los más grandes. Pienso que es un lujo estar viviendo todo esto".
Pero no sólo dice tener un compromiso afectivo inmenso con "Cuenta conmigo", no es sólo volver a besar a su galán ochentero (Bodenhofer); dice que son muchas cosas más. Que a la alegría del reencuentro se suma el estar contando una historia potente. "Esta historia tiene temas profundos, diálogos y escenas increíbles, es un producto dramático de lujo que, a mí en lo personal, me hace pensar que nuestra teleserie bien podría transformase en una suerte de «Machos 2». Y, además, me siento tremendamente cómoda en este equipo, porque no la estoy llevando sola, estoy súper apoyada por los partners que tengo a mi lado, porque volver a estar con Bastián es un regalo que la vida me dio...¡él es un señor actor!, un compañero amoroso y solidario; y luego está María. Mira no más este elenco y dime ¿cómo no va a ser un lujo trabajar acá?".
"Perfectamente podríamos ir en horario nocturno"
Cada vez que se le consulta sobre su pronósticos para la edición 2009 de la guerra de las teleseries, dice no tener certezas, que no entiende de cifras y de que sólo es una convencida de que a la historia en la que ella participa hay que darle un tiempo: "Igual que pasó con «Machos», que la gente la fue descubriendo, le tomó el ritmo con calma y se transformó en un suceso".
- Yo le tengo mucha fe a lo que estamos haciendo y creo que no hay derecho a que se farreen esta historia, porque es una historia bella, actuada magistralmente, con potencia, con personajes más claritos que el agua. Por eso digo que a "Cuenta conmigo" hay que cuidarla. Hay que dejar que las cosas caigan por su propio peso, porque es una joya y más temprano que tarde va a brillar por sí sola, no hay que apurarla, ni hacerla correr más rápido del ritmo bajo el cual fue concebido.
Pero cuando se le consulta si con esas aprensiones se refiere al trabajo de edición al que está siendo sometida la historia, prefiere no comentar. Sólo insiste en que es un producto que merece respeto.
- ¿Temes que el rating pueda hacer cambiar el destino de la historia, que la modifiquen?
- Sería lamentable, porque yo me atrevería a sostener que esta es una teleserie que está a la altura de ir a las diez de la noche, perfectamente podríamos ir en horario nocturno. Se la podría disfrutar aún más, sería una tremenda vitrina, espectacular. Pero esas decisiones no pasan por los actores, ni los realizadores, obvio. Pero ya estamos en este horario (20 horas) y espero que no se la pierdan. Esta es una joyita y hay que cuidarla. Lo peor que podría pasar es que por temor al rating se tomen decisiones apresuradas.
- ¿Cuando hablas de que no se la pierdan, hablas del público o del canal?
- (Sonríe y agrega) Me refiero al público, espero que nadie subestime esta historia, porque tiene un gran valor agregado y es que habla de nosotros, de nuestra gente, con historia y personajes reconocibles, con temas fuertes: embarazo adolescente, cáncer, forma de educar a los hijos, lealtades, sueños, en fin.
- Tú ves esta teleserie y sientes que te cuenta cosas posibles, que reivindica el valor de la realidad, por dura que pueda parecer. Yo me imagino que incluso puede servir de catarsis, llorar con ella y desahogarte por una rabia o una pena que estés viviendo.
"Poner a dos hombres besándose en el horario de las ocho no es menor"
Arregui es respetuosa con la competencia, nunca hace alusión directa a ella, sin embargo, expresa su sorpresa por las "armas" que se están usando para posicionar una teleserie.
"Estoy de acuerdo con que hay que innovar y sorprender, pero de ahí a usar recursos tan osados como poner a dos hombres besándose a la ocho de la tarde (aludiendo a una escena de «Los exitosos Pells») es un poco mucho. Yo sé que el morbo vende, ¿pero cuánto dura ese interés? Cuando veo ese tipo de escenas me convenzo aún más de que tenemos todas las de ganar, porque tenemos historias potentes para contar, historias que pueden dar tema en las casas, no son anécdotas".
- Pero ustedes tuvieron lo suyo con "Lola".
- Es verdad, era una historia compleja de seguir, estamos de acuerdo, pero nunca, nunca, pusieron a dos mujeres besándose en un horario en el que andan niños, siento que no es comparable.
María está haciendo un trabajo magistral
Cuando se le consulta por lo destacada y bien comentada que ha resultado la actuación de su compañera de elenco María Izquierdo, Arregui no hace más que asentir y sonreír y de paso comparte una anécdota.
"Cuando la María viajó a Puerto Rico a grabar escenas de «Don Amor» se inició una relación más estrecha. Ahí recuerdo que le dije: «María, las dos tenemos que trabajar juntas, tenemos que potenciarnos, tienes que estar en un papel potente, nada de papelitos de entrada y salida. Y ella se reía y me decía «¡estás loca!, dices eso de puro cariño». Ella estaba convencida de que los protagónicos no iban a llegar a ella y aquí la tienes, haciendo un trabajo magistral".
- No debe ser fácil compartir protagonismo con una actriz con la formación de María Izquierdo.
- Yo no tengo celos, ni problemas con eso. Por el contrario, soy la más feliz de que, por fin, se le dé el protagonismo a una actriz que se lo merece de sobra.
Ella es de una simpleza, de un histrionismo gigantesco, una maestra que ha hecho las cosas más increíbles y voladas en la actuación. Por lo mismo, debo ser de las más felices con que la gente reciba el regalo que es una actuación suya, porque la televisión se estaba farreando el talento de María.
El secreto de su juventud: "En mi cara no me he hecho nada, nada"
Reconoce que se lo han comentado. Que a sus 43 años son muchos los que se preguntan cómo hace para verse como de 30. Y ella, que ha hecho pública un par de cirugías estéticas, asegura que hace ya un tiempo que no han aplicado bisturí en su cuerpo. "Mi mejor receta es el spa (aludiendo al centro que tiene junto a su pareja en Reñaca). Me hice un par de cositas para dejar ciertas partes de mi cuerpo en su lugar, (abdominoplastía, liposucción...), pero ahora hace ya rato que no paso por el quirófano. En mi cara, por ejemplo, no me he hecho nada de nada".
- Si tú miras teleseries pasadas, verás que tengo la misma nariz, la misma boca, los mismos ojos y eso es lo mejor; que te apliques en tu aspecto, pero sin cambiarte.
Dice que lo vital es empezar a preocuparse desde joven. "Evitar el descalabro, y eso se logra comiendo sano, haciendo ejercicio, tomando mucha agua y ayudándote con buenos productos para la piel, con masajes, con limpiezas profundas. No se trata de dejarte estar y pretender que en el pabellón te van a resolver todo. Por eso me asusto cuando veo a lolitas que llegan y se operan, así nada más".
- No es que rasgue vestiduras; si quieres pegarte una recauchadita, porque , así te vas a sentir mejor, háztelo, pero que la cirugía no se transforme en obsesión. No hay que caer en la locura de ir a pabellón una vez al año, porque esa no es la solución a los problemas. Verte bien es reflejo de un estado emocional, del alma.
- Un estado en el que pareces estar ya hace años.
- Sí, porque soy convencida de que si eres capaz de salir airoso de momentos difíciles y duros, si aprendes que puedes empezar de cero cuantas veces sea necesario, ya estás al otro lado. La alegría vuelve al cuerpo, las células se regeneran y eso se irradia. La juventud se lleva en el alma, desde ahí se proyecta.
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