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viernes, 4 de febrero de 2011

CAROLINA ARREGUI Y BASTIÁN BODENHÖFER: "NUESTRO AMOR ES PLATÓNICO"

Coquetearon, qué no se dijeron... Si hasta admitieron que de haber tenido la oportunidad años atrás, otra sería la historia. La pareja más power de las teleseries nacionales, que marcó un hito como Roberto y Nice en Angel Malo, vuelve después de 22 años de aquel dramático final a Canal 13. Full química.
Son como agua y aceite. Bastián Bodenhöfer (47) es demasiado serio, profundo, no le gusta hablar de su vida privada, intenta cuidarse de la exposición y toma largas pausas antes de contestar. Carolina Arregui (43), un libro abierto, pura intensidad; su vida entera ha sido retratada por los medios.
Y, a pesar de todo, algo ocurre que enganchan, se seducen, juegan sin pudor... En pantalla encarnaron a una de las parejas más potentes. Imposibles de olvidar en el rol de Roberto y Nice en Angel malo. Hoy son los personajes clave de Cuenta conmigo, te quiero a morir, la nueva teleserie del canal católico.
Su conexión es evidente. Se adoran. Aunque reconocen que sólo se trata de un amor platónico porque la vida se encargó de separarlos... Cuando se conocieron ella era la mujer del director y Bastián un galán admirado por su look y su talento. Todo un ícono. La palabra farándula apenas existía y él protagonizaba una sonada separación de su primera mujer, la actriz Consuelo Holzapfel. Figuró en la portada de CARAS con su nuevo amor, la modelo Mónica Aguirre. Pero el golpe periodístico lo marcó y aprendió a refugiarse en el bajo perfil; su segundo matrimonio y posterior separación de la actriz Aline Kuppenheim ocurrió en el más completo hermetismo. Agregado cultural en Francia entre el 2000 y el 2002, renunció molesto por la burocracia, los roces internos y el bajo presupuesto. Volvió a Chile para retomar su carrera como director teatral y músico. En televisión, hizo Montecristo y Fortunato en Mega.
La historia de Carolina transcurrió de un modo mucho más potente. Una de las mujeres más lindas de la TV, enfrentó el fin de su matrimonio y de su carrera tras el escándalo por su romance con el actor Fernando Kliche. Poco se supo de ella hasta que en 2000 reapareció en gloria y majestad con Machos. En lo sentimental, fue pareja de Patricio Castro - cerebro de la financiera ilegal Cutufa, con quien tuvo una hija. Hoy tiene una relación de dos años con el cirujano plástico Roy Sothers, con quien planea casarse.
“¿TE ACUERDAS CUANDO EN LAS TELESE-RIES NO SE PODÍA DECIR LA PALABRA ‘DESAPARECIDOS’?”, recuerda Carolina.
“¿Y cuando estábamos grabando en Chilefilms y había que suspender todo porque llegaba Pinochet con su comitiva a ver una película?”, agrega él.

- Ha pasado el tiempo. Seguramente ustedes tampoco son los mismos.
Bastián Bodenhöfer: -Sigo igual. Tal vez hago menos concesiones y me importa menos el qué dirán.
- Usted, Carolina, tuvo vaivenes dramáticos...
Carolina Arregui: -Sí, fue fuerte, pero creo que se percibe más porque mi historia ha sido mucho más pública; nunca tuve rollos con la exposición, pero entendí que había que cuidarse, porque hay familia, hijos... Tú Bastián, te cuidaste...
B.B.: - Eso se aprende. También tuve una época súper expuesta y me equivoqué...

- ¿Cuando era pareja de Mónica Aguirre?
B.B.: - Claro... Pequé de inocente. Fui un ingenuo dentro de un sistema que te absorbe.
C.A.: - Es que no lo ves con mala intención, sino como una forma de compartir tu vida. Y te pisas los talones.
- La última vez que actuaron juntos tenían entre 20 y 30 años. ¿Qué tan distinta encuentra a su compañera, Bastián?
C.A.: - ¡No lo digas!, ¡no lo digas!
B.B.: - Su mirada y su sonrisa son las mismas, pero está más atractiva, con más experiencia...
C.A.: - (Riendo) ¿Qué otra cosa puedes decir? ¡Me tienes al lado!
B.B.: - Recuerdo la primera vez que te vi: llegaste con jumper a Chilefilms...
C.A.: - Fui bastante precoz (se ríe).
- ¿Bastián siempre fue mal genio?
C.A.: - ¿Qué te hace pensar eso? ¡Para nada! Es muy trabajólico, meticuloso, profesional. Exquisito tener un compañero así.
B.B.: - No se puede ser mal genio; olvídate de andar aproblemado.
C.A.: - Es una carga adicional para tu compañero, una falta de consideración... Con Bastián todo el tiempo tuvimos enganche. Nos pasó que después de años sin vernos, nos invitaron a un programa de Canal 13, ¡fue como si nunca hubiéramos estado separados! Nos vimos y supimos que nos volveríamos a encontrar. Y fueron tantas las ganas que aquí estamos, cada uno potenciando lo mejor del otro, felices.
B.B.: - ¡Salud por eso!
C.A.: -Ha sido muy rico. Nos hemos reencontrado con las teleseries de ‘antes’, con personajes que te ponen los pelos de punta.
- Usted Carolina, ha grabado varias teleseries en el 13...
-Sí, pero se estaban haciendo muy rápido... Apúrense que no hay tiempo que perder, y si te sale bonito y no te equivocaste, entonces vamos... Brujas, por ejemplo, era liviana... Esta no: es como esas producciones de los ’80 que te removían todo.
B.B.: -La preparamos con casi dos meses de anticipación; todos los días ensayando, con reuniones de análisis, siquiatras, un director de actores...
C.A.: -Y se aceptan las propuestas de quienes actuamos, ¡que por Dios que es importante!...

“DE TODOS LOS GALANES, LOS QUE MÁS ME MARCAN son Bastián y Jorge Zabaleta, por su humor, por esa inteligencia emocional y códigos con los que muchas veces no necesitas palabras”.
- ¿En qué radica esta química?

C.A.: - Es que nos llevamos y nos caemos bien, lo pasamos estupendo trabajando juntos.
B.B.: - Para mí un buen partner es lo mismo que estar al borde de la piscina y decir ¿tirémonos? Y hacerlo al mismo tiempo. Con Carolina cambiamos los diálogos, nos hacemos sorpresitas y salimos airosos.
- Los más jóvenes no alcanzaron a ver Angel Malo, ¿creen que puedan conquistarlos?
B.B.: - Con la cantidad de repeticiones del final de la teleserie, dudo que alguien no la conozca... Y espero que cuando el tema se incorpore en la Ley de Derecho Intelectual, se nos pague retroactivamente (se ríe).
- ¿Cómo asumen el peso de hacer de ésta una teleserie exitosa?
B.B.: - El éxito o fracaso no depende de nosotros. Podemos hacer una escena maravillosamente, pero si después está mal editada o mal musicalizada... Garantizamos la química, no el resultado...
-Y YA QUE GARANTIZAN ‘QUÍMICA’, ¿QUÉ LES ATRAE DE CADA UNO?
B.B.: - (Como susurrando...) No digas nada de lo que te vayas a arrepentir, te lo puedo cobrar...
C.A.: - ¡Uff! Y después me van a pasar la cuenta en la casa... (dice con risa medio nerviosa). Bueno, o sea... con Bastián sus atributos están a la vista, ¿no? Aunque mi tipo de hombre es el que tengo a mi lado.
- Ya, pero no le estoy preguntando por su pareja en la vida real sino por Bastián...
C.A.: - Está bien, me voy a sustraer: es un tipo con estirpe, físicamente muy atractivo, espigado, elegante, no pasa inadvertido. Pero lo mejor es cómo usa ese cuerpo, cómo se mueve, sonríe, mira, camina y pregunta. Un seductor sin querer serlo.
- Da la impresión de que es más tímido.
C.A.: - Y eso es muy atrayente. Lo que más me gusta es cuando dicen un, dos, tres, ¡acción! y se desinhibe completamente, pierde el control. ¡Me encanta! Nada más seductor alguien capaz de desnudarse frente al público sin pudor.
BASTIÁN NO PUEDE MÁS DE LO ROJO: “Estás hablando mucho de mí y me muero de vergüenza”.

C.A.: - Ahora dime algo bonito, ¡mira que te dejé la vara alta! (lo desafía).
B.B.: - Es absolutamente amiga de la cámara, lo más fotogénica; cuando sonríe se ilumina el set o donde esté; no existe mujer con sonrisa más bella. Es una persona tremendamente humilde, nada pretenciosa, con esa combinación de tener los pies en la tierra y, también, un grado de locura exquisita.
- ¿Seductora?
B.B.: - Absolutamente, sí... (dice coqueto).
C.A.: - ¿Verdad? (dice abanicando las pestañas).
B.B.: - Mmmh, síiii (dice jugando con una voz felina...). Tiene bien distribuido su lado masculino y femenino, lo que para los hombres, al menos para mí, resulta importante. Es power, con opinión, atinada, respetuosa... Y más encima con esa cosa muy femenina, sensual, delicada y sensible.

 Antes, ¿alguna vez se gustaron?
B.B.: - No lo voy a decir, forma parte de nuestros secretos (dice jugando al misterio).
Carolina se suma al secreto. Pero después, muy seria reconoce:
- La vida no nos dio mucha chance; yo estaba casada, era la mujer del director, todos me veían como se mira pero no se toca. Después los hechos se encargaron de alejarnos y ahora aquí estamos, empezando una nueva etapa, cada uno con su propio cuento... Parece que estamos predestinados a amarnos solamente en el set, nuestro amor es platónico... Nos queremos mucho, hay algo especial. No soy muy salidora, entonces es muy rico cuando tienes la oportunidad de reencontrarte con alguien tan querido. Poca gente me hace sentir cosas tan lindas y nobles como lo que me produce Bastián. Actuar con él, o esperar largo rato a que nos toque hacer una escena, hablando de todo, es un placer.
- ¿Se ven haciendo más teleseries juntos?
C.A.: - Me encantaría, pero nadie tiene una bolita de cristal.
B.B.: - Habrá que ver qué nos dice la vida.
La indefinición de Carolina
Bastián es concertacionista. Ella, en cambio, no habla de política. “De chica me enseñaron que no había que comprometerse ni en fútbol, política o religión”.
-¡Pero hoy no hablar de esas cosas es como ser la nada misma!
-Me faltó decir, públicamente. Me mantengo al margen porque uno tiene un compromiso, un deber con el público, sin importar el color. Tampoco me parece muy importante tener una definición y, si la tengo, prefiero reservármela.
-Se le asocia a la derecha por su relación con Patricio Castro...
-Pero participé en la franja del NO, para que veas... (dice irónica).



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